Cerca del pueblo de Muriel de la Fuente, entre los suelos rojos y el cielo nítido que cubre los sabinares, una surgencia en forma de embudo deja el mundo subterráneo para ver nacer al río Abión.
Monumento Natural y considerada uno de los parajes más bellos de la provincia, este Ojo de Mar no es sino uno de tantos manantiales en red que circulan bajo la tierra, y que decidió ver la luz para hacerse poza y después río. Para llegar a ella, una pista parte desde el puente de la carretera de Muriel a la piscifactoría, cionvirtiéndose después en senda de ribera, paso de madera y sabina.
Al final, y como por sorpresa en medio de este paisaje imprevisible, la poza mana su hermosura kárstica. Es gélida, de aguas más que transparentes y, en los días claros se inunda de luces refractadas y promesas para los espeleo,buceadores de todas las procedenciasn que buscan caminos de agua y roca a profundidades que llegan a los cincuenta metros.
Antes de ella, a la izquierda del camino, una cascada suma sus sonidos líquidos a los de las alondras, mirlos y terreras. En sus paredones crían además algunas parejas de buitres leonados y halcones.
Este Espacio Natural ofrece al visitante la oportunidad de conocer un lugar especial en donde se conjuga la belleza natural de La Fuentona como surgencia de agua con paisajes únicos de rocas, cascadas, simas y cuevas ocultos entre bosques milenarios de sabinas y enebros.